Este combustible artesanal se logra mediante un proceso de quema, en ausencia de aire, de maderas duras y semiduras seleccionadas como:
Júcaro (Bucida bruceras)
Yana (Conocarpus erectus)
Soplillo (Lysiloma latisiliqua)
Cítrico
Casuarina
Eucalipto
Marabú (Dichrostachys cinerea)